Podemos pide al juez que haga la vista gorda con los ‘cutre-vídeos’ por los que pagó 363.000 € a Neurona
Podemos pide al juez del caso Neurona, en el que se investiga el desvío de fondos públicos a la consultora chavista Neurona Consulting, que dé carpetazo al procedimiento y deje de investigar. En un escrito, al que ha tenido acceso OKDIARIO, los morados se oponen a que el magistrado Juan José Escalonilla prolongue la instrucción 6 meses más a la espera de nuevos informes de la Policía. Entre estos documentos pendientes por incorporar a la causa, destaca un informe que revelará si los cutre-vídeos de Podemos –que fueron entregados para justificar el pago de 363.000 euros a la consultora mexicana– tienen el valor que los morados estipularon. El partido fundado por Pablo Iglesias ha actuado con nerviosismo y rechaza de plano este análisis: «No es relevante», manifiesta.
Sin embargo, fuentes judiciales consultadas por este periódico señalan que se trata de una diligencia de suma importancia en la investigación. El magistrado sospecha que nunca existió una relación laboral entre Neurona y el partido morado, tal y como denunció el abogado purgado José Manuel Calvente, pero que, sin embargo, los miembros de Podemos le entregaron supuestos trabajos audiovisuales con el fin de exculparse del delito de malversación por el que están siendo investigados.
Del mismo modo, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) concluyó en un informe que parte del material proporcionado por la formación morada al juez fue creado siete años antes de la campaña electoral. Además, en buena parte de los vídeos, documentos e imágenes aparecen como «autores» personas que no trabajan en la consultora chavista. También, hay que añadir la baja calidad de los vídeos realizados supuestamente por Neurona para la campaña electoral del 28 de abril y la corta duración de los mismos –algunos de ellos no superan los 15 segundos–.
Los ‘cutre-vídeos’
Por ello, el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid considera relevante verificar si los trabajos llevados a cabo supuestamente por la consultora chavista se corresponden con el precio pactado entre las partes. Para resolver esta cuestión, apunta el juez, se realizará un informe pericial sobre el coste de realización de dichos vídeos y diseños presuntamente realizados por Neurona en atención tanto a su cantidad como a su calidad.
Podemos alega que «la investigación muta de la presunta simulación o inexistencia del servicio a la de verificar la debida cuantificación del precio abonado por el mismo». Y añade: «Cabe preguntarse en qué medida es relevante a los efectos del presente objeto, en el marco de un proceso penal, la ejecución de una auditoría económica sobre la mejor o peor calidad o la cantidad de los materiales y productos desarrollados por Neurona».
Fuentes consultadas por OKDIARIO manifiestan que es relevante resolver la diligencia sobre «calidad-precio» ordenada por el juez tras los últimos informes aportados por la Policía. En un análisis de 709 imágenes, 304 vídeos y 69 documentos, los agentes concluyeron que seis fotografías fueron creadas en 2012, otras seis en 2016, 85 en 2018, 525 en 2019 y 10 en 2020, por lo que gran parte de este material es anterior a las elecciones generales del 28-A para la que supuestamente Neurona fue contratada. Con respecto a los vídeos, aparecen dos de ellos realizados en abril de 2018 y también aparecían documentos creados en 2016, 2018 y 2020.
El juez investiga si Podemos intentó engañarle entregándole documentos falsos que no corresponden con los supuestos trabajos realizados por la consultora chavista. Además, el magistrado va más allá: quiere saber si Podemos intento ‘colarle’ unos vídeos sin valor alguno para justificar el desvío de los fondos electorales a la consultora mexicana.
El partido de extrema izquierda también argumenta en su escrito que «los servicios contratados no consistieron únicamente en la elaboración de vídeos, sino que el trabajo desarrollado fue de carácter multidisciplinar en todas las áreas que requiere un equipo electoral». Sin embargo, el Tribunal de Cuentas le dio un rapapolvo y contestó que no lo consideraba un gasto de electoral puesto que no se trataba de un trabajo de consultoría al «tener como objetivo la elaboración de las líneas de campaña, la estrategia y el análisis de candidatos y la producción de material de carácter electoral».